(Al final me he decidido a abrir una nueva categoría: Planes especiales, de los que no tienen precio.
Muchas veces hay planes que merecen mucho la pena y superan nuestros queridos 20 euros, y por eso en ocasiones los elimino de mis artículos, pero no me parece bien, todos nos damos pequeños homenajes alguna vez, así que por si necesitáis inspiración esta sección es para ello.)
Vamos al lío:
Acción de gracias es el cuarto jueves de noviembre en EEUU o el segundo lunes de octubre en Canadá.
Un poco de historia:
Acciones de agradecimiento son comunes a cualquier religión y comunidad, en América del Norte este día por ejemplo, hunde sus raíces en las tradiciones protestantes inglesas Donde los días festivos fueron sustituidos por días de acción de gracias o de ayuno, relacionados con las amenazas de un juicio divino que exigía días de ayuno.
La tradición más moderna tiene sus orígenes, según he leído, en el año 1623 en una celebración en Plymouth proveniente de una acción de gracias tras la mala cosecha de 1621. Dos años después emigrantes y originarios de la tierra se unían para aprender a sacarle más partido a su tierra y así el gobernador lo instauró como un día de acción de gracias.
Sea una historia u otra, porque hay muchas teorías, nos queda claro el sustrato que ya anuncia su denominación Día de acción de gracias. En España no se celebra, ni creo que acabaremos cogiendo esa tradición, aunque si conlleva regalarse cosas, ya harán las grandes superficies por instaurarlo como día para promover las compras, pero mientras tanto nos quedamos al margen. Lo que pasa es que hoy ya no hay fronteras y todos tenemos algún conocido americano que lo celebra, o simplemente sentimos curiosidad por la gastronomía de ese día que tantas veces hemos visto en la televisión.
Pues en esas estoy yo, oír hablar de celebrarlo y verlo en películas, y acabar deseando probar la cocina de acción de gracias para poder opinar al respecto.
Y esto es lo que hice este año en La Gringa. No es la primera vez que hablo de este sitio, pues ya hemos ido de brunch allí, concretamente a La Carmencita, pero son primos hermanos y el brunch lo reservamos en Carmencita pero lo degustamos en el salón de la Gringa, ya que éste es más amplio que el de Carmencita.
Voy a poneros lo primero la foto del menú:
PARA EMPEZAR:
Variedad de dips navideños
Crema de Calabaza con queso de cabra
PLATO PRINCIPAL:
Pavo rostizado al horno con crema de champiñones y manzana salada y relleno de pan de uvas pasas.
Puré de patatas
Puré de batata con azúcar moreno cubierto de mashmelo tostado
Salteado de guisantes con puerros
Bacon con coles de Brusela
Mazorcas de maíz tostadas
Salsa de arándanos
Cesta de panes variados
POSTRES:
Pastel de calabaza con crema batida
Pastel de Manzana con helado de vainilla
BEBIDAS:
Bellini con arándanos, vino tinto, vino blanco y creveza.
EL PRECIO DEL MENU ES DE 35 EUROS POR PERSONA
Impresionante ¿verdad? Más fue disfrutarlo. Un ambiente cálido e invernal, un servicio magnífico, un bellini delicioso, de vino blanco un ribera del duero y de tinto un rico rioja y en general, una ocasión especial que ellos hicieron aún más especial.
Voy a poner fotos de los platos, estaba todo rico, me sorprendió el relleno, el pavo delicioso, el puré de batata con marshmallows, o las dos cremas del comienzo para dipear.
Falta foto del postre, no llegué. Ni siquiera logramos terminarnos todo lo que veis , se vino a casa una ración casi completa junto al postre. Eso sí al día siguiente me lo desayuné, y ambos estaban deliciosos. No era una ración a elegir, si no un poco de cada uno por comensal.
Pagamos 35 euros mas que bien pagados, nos encantó todo, hasta el estupendo cocinero que salia de vez en cuando a ver como iban sus comensales, ¡Ole!
Y muchos detalles que a uno le alegran el día como que el agua sea de jarrita y del grifo, o que pidas cafés que no están en menú y no los cobren. En fin, el año que viene seguiré dando las gracias, y si puede ser, sera aquí.
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Por todo lo alto 