Tenía un día libre, y mi grupo de amigas del famoso grupo «las cervezas de los…» también, tras unas compritas conociendo el nuevo Primark de Gran Via, quedamos a comer en Frida.
Lo primero la pequeña plaza donde se encuentra, tranquila y acogedora, una pequeña terraza con calefactores y al solecito nos daba la bienvenida. Tras la caña previa que siempre debe tener toda buena comida entre amigos pasamos al comedor.
La elección de este restaurante era porque nuestro horario para comer rondaba las 4 de la tarde y este restaurante tiene cocina non-stop, lo que hace que sea igual llegar más o menos tarde siempre te darán de comer.
Pedimos picoteo al centro:
- Cecina de León en aceite de oliva virgen, ralladura de foie, almendras tostadas y reducción de Pedro Ximénez.
- Ensalada thai de pollo marinado, lima y mango.
Y un principal cada uno:
- Tartar de atún rojo, huevo frito de codorniz y mayonesa de Sriracha.
Postre a compartir:
- ¡Feliz cumpleaños! Tarta de galletas maría, chocolate y lacasitos. (se ve en la foto)
Vinito, agua, cafés, etc…tocamos a escasos 25 euros persona. ¡Más no se puede pedir!
La decoración y el ambiente de dentro estupendo, relajado y bien servido, vale para ir con amigos, más romántico aunque informal, y con la familia si no es muy tradicional.
Calle San Gregorio, 8, 28004 Madrid
Ya sabéis planes estupendos para bolsillos discretos.
¡Nunca más tendrás la agenda vacía!