Todos conocemos el cocido madrileño, ¿a qué sí? y todos lo relacionamos con Madrid. Pues yo voy a comer el mejor cocido que he probado a Toledo. ¿qué os parece?
Concretamente voy a Arcicóllar, aunque siempre estuvo en Camarenilla. Se llama Finca los Valdespinos. A unos 60 km de Madrid hay una preciosa finca, ahora recién habilitada, como llevo yendo más de 12 años conocía y aún mantengo mi apego a la anterior finca, pero por diversos motivos debieron mudarse a esta, que sin duda está mejor habilitada.
Nada más bajarte del coche ya hueles la leña de la cocina donde se está haciendo la rica sopa de cocido, da igual que no haya aire, la esencia te llega, un olor maravilloso a buenos momentos.
En familia o con amigos voy a comer cocido una o dos veces al año, la de los amigos siempre es fija, nos juntamos unas 30 personas atraídas por ese olor que os comentaba a sopa de cocido. Durante este tiempo he visto hacer maratones y competiciones a comer más, y siempre la gente ha estado encantada con este cocido, si no, no repetirían claro está.
Nuestro clásico menú es:
Aperitivo a base de cervecitas, olivillas caseras de ellos, y patatas fritas.
Ya en la mesa (siempre reservada con mes y medio de antelación, si no para tantos no encontraríamos nunca mesa) unas croquetas con patatas paja, este año nos las saltamos porque pusieron una especie de buñuelos de aperitivos y nos sirvieron de croquetas.
Por mesa repartimos número y pedimos mitad de menú de cocido y mitad de migas, ambos de ellos con sopa de primero.
Y a partir de ahí:
- Grandes perolos de barro con sopa, esta última vez tuvimos que pedir dos más, la sopa está impresionante.
- Cebollita y guindillas de aderezo
- Bandeja de barro con garbanzos, patata y zanahoria
- Bandeja con repollo y una salsa de tomate y comino muy sabrosa.
- Bandeja con la carne, el tocino, la gallina, el morcillo, el jamón, la morcilla, el chorizo, no le falta de nada.
- Plato enorme de migas con sus pimientos, su chorizo, su morcilla y dos huevos fritos por persona.
- Postre a elegir: mousse de limón, profiteroles, helado, tarta de queso, torrijas, etc.
- Vino de la zona con mucha casera, porque es muy peleón.
- Café y copita de licor.
35 euros.
Este año el servicio estaba desbordado, y es que desde que he ido al nuevo restaurante creo que la cocina va algo más lenta que en el otro, esa es mi apreciación. El lugar sigue siendo muy bonito, y como el día acompañó, por 5 eurillos un gintonic en la terraza para seguir charlando e intentando bajar esa opípara comida. Eso si, siempre que no conduzcáis…
Ya sabéis planes estupendos para bolsillos discretos.
¡Nunca más tendrás la agenda vacía!