De mi experiencia neoyorquina me he traído muchas cosas, entre ellas recomendaciones fabulosas para comer. Va a encabezar la lista el Burger Joint.

Tras una mañana agotadora de visitas estas en medio del Lincoln Center, zona cara para comer.

Un pequeño esfuerzo para llegar a la 119 W con la 56 th, en pleno Midtown. Buscamos una típica hamburguesería americana, sólo vemos un estupendo hotel. Le Parker Meridien guarda un secreto, si nadie te lo ha susurrado al oído nunca conocerás la hamburguesería más genuina que vimos en Nueva York.

Hay que entrar, cruzar el hall, apartar un amplio cortinaje, entrar en un pequeño pasillo con luces de neón, y cambiar, en la ciudad de los contrastes, de mundo. Del mármol pulido a las paredes repletas de firmas a boli, de la elegancia y la armonia, al bullicio y lo imprevisto. Mesas de madera, una cocina central, comida rápida, buena música, posters de películas y de música sin ningún orden…y una de las mejores hamburguesas de Nueva York.Cuando dijimos somos 16, ni se inmutó, y eso que la verdad grande no es, pero la comida rápida si es rápida vacía mesas a todo ritmo, y así fue, no esperamos ni 5 minutos.

Más que contaros la carta os la presentó, así como los platos y el bar.

Si vais a Nueva York, el Burger Joint es tan obligatorio de visitar como cualquier tienda o espacio famoso de la ciudad. Pero ya sabéis…no se lo contéis a nadie que es un secreto…