Amante incondicional del hojaldre no podía dejar de visitar el nuevo local y proyecto del grupo del Sr. Bonet que ya cuenta con locales cómo la sala de Despiece de Ponzano, ya un clásico de la gastronomía madrileña.
Había intentado ir a desayunar con tan mala suerte que ese día se les fue la luz. Pero al final tras reservar, yo ya no voy sin reserva casi nunca, pudimos degustar los manjares hojaldrados.
Nuestra selección fue:
una sopa de tomates asados y sopa de cebolla caramelizada con churro de hojaldre. Delicioso reconstituyente.
Para compartir una tartaleta mejillón thai, algo picantona.
Solomillo Wellington
El hojaldre es una exquisitez, muchas finas capas y suave sabor. El solomillo de los mejores que se encontraran en el mercado. El servicio fue excelente, atentos y agradables y pendientes de nuestras necesidades. Un local pequeño y agradable que te hará pasar una noche fantástica. Para los amantes del hojaldre, como yo, un sitio imprescindible.
Ahora me queda volver para probar sus dulces.
Calle Virgen de los Peligros, 8, 28013 Madrid
Por todo lo alto 